• Cabildeo e interlocución con instancias del gobierno estatales y federales para el desarrollo de la industria cinematográfica y audiovisual.
• Creación de negocios entre empresas del estado de Jalisco y las que radican en otras partes del país, principalmente la Ciudad de México.
• Definición y puesta en marcha de estrategias para el fortalecimiento de la Industria en nuestra región
• Generación de espacios de reflexión sobre las tendencias y perspectivas de la industria cinematográfica y audiovisual nacional, estatal y en el mundo.
• Participación en las Asambleas trimestrales de Canacine Nacional en CDMX en las que se comparte información relevante y se invita a expertos a compartir información.
• Participación en la premiación al talento mexicana y a la fiesta de fin de año de Canacine
• Descuentos en diplomados, talleres y cursos que se realizan durante el año.
• Uso de las oficinas de Canacine CDMX que incluyen una sala de Cine Barco, totalmente equipada y con sonido 7.1.
• Acceso a investigaciones tales como la del impacto económico de la Industria en la economía del país.
• Uso de salas de Cinépolis y Cinemex en Guadalajara, en horarios fuera de programación comercial, para visionar productos audiovisuales con crew o clientes, así como esquemas preferenciales para premieres. Previa solicitud a las oficinas de Canacine Nacional.
• Precio preferencial en el uso de las salas de la Cineteca de Guadalajara
• Acreditación de Industria para el FICG con precio de grupo.

Nuestra historia

En la década de los cuarentas, se formaron en nuestro país la mayor parte de las Cámaras Industriales. Esto se debió sobre todo, al impulso industrializador de la época que ocasionó el surgimiento de numerosas empresas.
El objetivo principal que motivó la creación de las Cámaras Industriales, era confirmar que las nuevas industrias estuvieran representadas por un organismo cúpula que sirviera de intermediario con las autoridades y que defendiera sus intereses empresariales.

En 1942, la Industria Cinematográfica en su totalidad estaba formada por 110 cines y 73 empresas agremiadas a la Asociación de Productores y Distribuidores de Películas, haciendo un total de 183, número elevado para esos años.
La autorización para la constitución y funcionamiento de CANACINE por parte de las autoridades fue una medida atinada, ya que en esos años las empresas del cine no estaban unidas, les hacía falta la representatividad de una Cámara que protegiera sus intereses y que a la vez sirviera de interlocutor con el Estado.
Finalmente y de acuerdo con el avance de la tecnología, en el año de 1994 la Secretaría de Economía autorizó a CANACINE la afiliación de los Productores, Reproductores y Distribuidores de Videogramas, por lo que la razón social se modificó y quedó constituida como Cámara Nacional de la Industria Cinematográfica y del Videograma.
Durante sus 75 años de vida, los empresarios de la Cinematografía Mexicana han formado un excelente equipo de trabajo, y a la fecha continúan en la búsqueda de soluciones a su problemática, que permita el buen desarrollo y funcionamiento de la industria cinematográfica en su conjunto.